Llega fin de año y con él proliferan las reuniones con amigos y parientes que no viste durante los 11 meses anteriores, y en toda casa y/o reunión familiar que se precie de tal nunca faltan tomates rellenos, pavita (o pollo si no da pa´ tanto…), ensalada rusa y de postre, que obvio hay dos posibilidades, ensalada de fruta o helado de frutilla y crema… un verdadero manjar.
Pero sin duda que esta gran “comilona” no es tal sin la vedette estelar de cada reunión. Porque tenemos a la abuela, que todos los años amenaza con ser el último pero que dura más que los turrones que sobraron del 25, también tenemos a la tía, esa que a veces mejor perderla que encontrarla, el tío borracho que no hay fiesta que se pierda y es el que a las 12 sale a la esquina con los dos nenes a tirar cohetes mientras alguna de las mujeres de la familia (o todas...) intenta, en vano, hacerle entender que es peligroso y se pueden lastimar.
Pero señores/as con todos estos ingredientes como va a faltar el bendito VITEL TONE. Ese que nadie tiene ganas de comer pero como ya llega un punto que no sabes si lo que estas comiendo es la entrada, el postre o la comida de los camellos de los reyes magos, y como sobre todas las cosas en estas épocas hay que cumplir con las NORMAS y TRADICIONES, esas que dictan la abuela (que amenaza con que este año es el último) la tía pesada, el tío borracho que le da lo mismo comer pizza de anchoas mientras tenga las mandíbulas en funcionamiento, y uno que por no quedar mal no dice nada termina sumándose a la IDIOTEZ COLECTIVA.
Por eso hoy les propongo sumarse a la cruzada en contra del VITEL TONE.
SUMATE CON TU COMENTARIO Y HACE TU CATARSIS!!!
(Odio el vitel toné... líquido amarronado que parece… bueh… la resaca del tío borracho)
…Ya habrá tiempo para la del tomate relleno, pavita y otras yerbas…. TODO LLEGA.
